En este número el escritor fallecido al que intentamos retratar con nuestras palabras es Baudelaire.
Para ello en primer lugar me planteé escribir sobre Las flores del mal, pero luego me fijé en sus ojos y me propuse escribir un poema a esos ojos "tiernos y fervientes" como los del Albatros que al mismo Baudelaire inspiró para crear uno de sus poemas más conocidos.
LOS OJOS DEL ALBATROS
Quería escribirle un poema al color de tus ojos.
Quería escribirle un poema al color de tu sangre,
a la palabra que fluye entre la fosforescencia clorofílica de
las flores.
También pensé en ocupar tu nombre,
en la semilla que contiene la majestuosidad de la secuoya
roja,
[Una
hoja es una letra en el versículo bosque]
en la guerra repitiendo sus cadáveres,
en el humo de las casas y los párpados,
en el hombre que busca y nunca encuentra,
[Su
tenacidad es su martirio]
en el color azul del silencio visto.
Quería escribirle un poema al color de tus ojos
y acabé hablando de mí
con la escisión social de tus palabras.
JOR#14
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