Cada año al llegar esta fecha recuerdo a mi abuela Agripina,
aquellos días de 1988 en los que ella y mi abuelo Luis vinieron desde León por
primera vez a conocer a mi hermano Pablo, aquellos días en los que las autovías
eran todavía un proyecto de esqueletos de asfalto y aún se construía a diario. Pero
es de otra imagen de la que os quiero hablar;
Mi abuela frente a la mesa grande
de madera desenvolviendo el papel de una confitería, mi abuela enseñándome una
tarta en forma de libro abierto, mi abuela hablando, celebrando los diez años de
la constitución en libertad y democracia.
Hoy son mis padres los que visitan a su nieta, mis abuelos
ya no están, y la constitución y la democracia que aquel día celebramos
tampoco.
JOR#
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