Los hijos que no conocen a sus padres
hacen inútiles ceniceros de barro
en el colegio.
La gente quema los últimos gramos de pólvora encapsulada
por todas las calles y pueblos de
Valencia.
Se acabó la fiesta [como dijo la Espe].
El corcho y el cartón amasados,
tintados,
a base de dinero y paciencia
esperan la hora de su quema.
Mañana sí que será
miércoles de ceniza(s).
JOR#
No hay comentarios:
Publicar un comentario